¿Hemos sido ingratos los cubanos con Gómez?», se preguntaba, con la sapiencia de una vida dedicada a la Historia, la Dra. C. Francisca López Civeira y, tal vez sin proponérselo, resumía así la angustia y el afán que motivó todo: agradecer a la altura de su sacrificio, al último de los grandes libertadores del ciclo independentista latinoamericano.