PAPALOTE me acompaña desde las narraciones que escuchaba de mi abuelo, hijo de mambí, a la luz del quinqué en Las Pozas, pueblito natal: la batalla de Cacarajícara, el heroísmo de los patriotas, espacios evocadores entre realidades y fantasías.
Se fue escribiendo con el entusiasmo de los que sueñan y añoran peripecias y travesuras desde la oralidad.
Este cuento obtuvo premio de narrativa en Morelia y la dicha de galopar en la selección Cuentos a Caballo, de la editorial Cauce.
Al eco de sus cascos te invito a su lectura, no solo para cabalgar junto a Pico Tomás y sus peripecias, sino en el iris de los niños, los más fieles jinetes del tiempo.