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En las palabras de presentación Yanetsy Ariste nos advierte:
“Anómalos” pone lo grotesco- burlesco como antagonista de algunos procesos de la
sociedad contemporánea. Me recuerda a Rabelais, pero más específicamente al análisis
que Bajtín hiciera de Rabelais y la cultura eclesiástica y feudal del medioevo. No porque
sus formas viajen al pasado, sino porque en gran medida, también poseen ese espíritu
sedicioso, para contraponerse a “lo establecido” como manifestación ideológica natural y
social.
En esta serie también cohabitan los binomios: seriedad- risa, continuidad-cambio, linaje-pueblo, rigor- libertad y alma-cuerpo. “Anómalos” va contra las prácticas culturales de
élite, mediante el concepto y las formas. Sus seres, replican desde la sátira, la cultura
oficial y por qué no; la vuelta al dibujo es también una insubordinación a los patrones que
hoy signa el mercado del arte.
En “Anómalos” hay mucha rebeldía, pero para verla, hacen falta miradas agudas, porque
Yasser Curbelo, ha solapado sus signos tras una (aparente) calma ilustrativa. Aquí el arte
parece una exaltación a la técnica, cuando en realidad, no estamos los espectadores tan
lejanos a padecer o admirar esas anomalías sobre las que el artista llama la atención.
En fotos, momentos de la inauguración.
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Excelente. Felicidades a todos, en especial al artista.