Trece años de fundada la Casa de la Décima Celestino García
El sábado es un imán que desde el Ranchón del Guamá indica el norte lírico de los poetas. Los lugareños saben, sin convocatoria, dónde es el guateque; un taller de sueños y tradiciones que convoca: seduce.
Resulta curioso bajar una larga calle en la periferia de la ciudad de Pinar del Río y que apenas termina junto al río Guamá, nos invite a disfrutar de una canturía. Todo es tan criollo y sencillo como lo diáfano y cotidiano, sentirse pasado y presente con el Punto Cubano.
Trece años de la existencia de la Casa de la Décima Celestino García, sano orgullo el jolgorio de una comunidad aventurada en levantar este parnaso donde la mayoría de los poetas, antes desconocidos, han ido dejando en la suya y posteriores generaciones el testimonio de su creatividad, amor por la estrofa mágica, enaltecimiento, vigencia y proyección.
Este Ranchón es la gloria del cariño reunido, aquí el ciclón del olvido no borrará la memoria. Hay misterios en la historia… ¿Quién sabe si aquí algún día se hizo alguna canturía solo archivada por Dios donde se escuchó la voz de Celestino García? Leandro Camargo Pérez
Disfrutar entre cuerdas de una tonada, algún pie forzado, una controversia, una declamación o el bailable al compás del son o la guajira, es viajar a los orígenes y tradiciones y motivo suficiente para el regreso.
Le doy gracias al camino que hasta este lugar me trajo y me oye cantar debajo del Rancho de Celestino. En cada penca adivino el beso de una palmera y me cuida una bandera que vista da la impresión que han clavado el corazón de un patriota en la solera. Juan Antonio Díaz
Cada noche sabatina, con disímiles rostros y espontáneas sonrisas, recordamos con optimismo el pensamiento martiano: “La alegría es un collar de joyas, manto de rica púrpura, manojo de cascabeles. Y la tristeza: ¡pálida viuda!”
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Joya de cubanía auténtica, eso es la Casa de la Décima…
Qué no termine esa obra de hermosura!
Comprendemos tu emoción porque tu familia es ejemplo de amor al arte y las tradiciones. Cuídense mucho.