Llegas, Pinar, dejas roto el silencio en mi interior y anda este suave dolor desde un pasaje remoto de la mano de esa foto en su amarillez hermosa. Te vas, no dices qué cosa con ella parte. ¡A qué juega siempre que esa luz me ciega o hay polvo de mariposa? Dime, Milanés, si aún siguen en tus techos anidando las golondrinas que en bando en los sueños me persiguen. No dejes que me castiguen más y oculten su presencia, dils que tengan clemencia y vuelvan pronto a la calle Martí, para que las halle al regreso de esta ausencia.
NIEVES RODRÍGUEZ GÓMEZ
(fragmentos de Canto de amor a Pinar del Río, editorial Cauce, 2006)
Homenaje a Polo Montañés
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