«¿Hemos sido ingratos los cubanos con Gómez?», se preguntaba, con la sapiencia de una vida dedicada a la Historia, la Dra. C. Francisca López Civeira y, tal vez sin proponérselo, resumía así la angustia y el afán que motivó todo: agradecer a la altura de su sacrificio, al último de los grandes libertadores del ciclo independentista latinoamericano.

Y la gratitud esta vez no vendría en extensos discursos, ni en mármoles estatuarios, sino en versos, el lenguaje más sublime de los pueblos para perpetuar a sus héroes.

Corría el 2016. Se cumplían 180 años del nacimiento del Generalísimo, y eso fue más que suficiente para que nos diéramos a la tarea, desde Amauta, de compilar la poesía relacionada con el insigne mambí generada en Cuba. Tuvimos la soñadora aspiración de que en las escuelas, en los hogares, bibliotecas y otros espacios formativos se apre(he)ndiera nuestra Historia de forma diferente, amena, útil.

La Fundación Máximo Gómez, de República Dominicana, aceptó con orgullo y entusiasmo la idea. Las ilustraciones pertenecen a la obra del artista José Iván Morales y fueron donadas expresamente para el libro. La Dra. López Civeira, Profesora de Mérito de la Universidad de La Habana, tuvo la deferencia de prologar la compilación. En su formidable pórtico a los poemas, meditó:

«La presencia de Máximo Gómez en la lírica cubana es un asunto relevante que, sin embargo, apenas había concitado la atención de los estudiosos de la Historia de Cuba, de la poesía cubana y ni siquiera de los especialistas en el Generalísimo. Este libro propone, por tanto, una mirada desde esa óptica que permite a los lectores acercarse a la recepción de Gómez entre los cubanos, a su representación entre quienes fueron sus contemporáneos y también entre los que hemos aprendido en los libros sobre esta extraordinaria figura.

«El inspirador de los versos que aquí se compilan nació en la tierra quisqueyana, es cierto, pero su entrega a Cuba lo hizo cubano de honda raíz […]. Fue un hombre de gran capacidad de sacrificio en aras del ideal independentista […], en lo personal y familiar,  y por ello respondió afirmativamente cuando el Delegado del Partido Revolucionario Cubano lo convocó, […] con el añadido de que lo hacía cuando no tenía “más remuneración que brindarle que el placer del sacrificio y la ingratitud probable de los hombres”. 

 Generalísimo y fiel

a su fiel caballería

cargando está todavía

más de un acero;

                 en tropel

sintoniza un decibel

de cascos…

            Anda el jinete

y al enemigo somete:

La tierra en sangre anegada

le grita a la madrugada

el insomnio de un machete.

«Carga por el Generalísimo» Juan Carlos García Guridi

El hecho de que prestigiosos poetas como Bonifacio Byrne, Hilarión Cabrisas, Rubén Martínez Villena y Jesús Orta Ruiz y trovadores populares  como Canitel, gama y vitral de distintas generaciones, se hayan inspirado en el patriota y los más variados matices de su personalidad, es una prueba de impronta humana, por encima de los olvidos. Huella que quedó armónicamente registrada en el volumen.

Y si de gratitud se trata, debemos mencionar a los poetas que confiaron en la obra y sumaron sus textos inéditos, como Ronel González, Juan Carlos García Guridi y Jesús Arencibia, quienes además aportaron sabias orientaciones y búsquedas de materiales bibliográficos. Meritoria contribución, asimismo, la de Xiomara Cala, especialista de la Biblioteca Ramón González Coro de Pinar del Río.

Esta parte visible de la ofrenda lírica a Gómez no constituye todo lo que se ha escrito en versos sobre él. Sabemos que todavía otros cantos permanecen inéditos, y algunos seguirán naciendo en otros bardos que conozcan la leyenda del Viejo; pero sí constituye un glosario sincero y permanente, representativo del respeto, admiración y amor del pueblo cubano por un hombre que se mantuvo luchando hasta el día en que, con Cuba y Quisqueya en el corazón y rodeado de patriotas, cerró los ojos.

Ponemos  a disposición del lector estos versos cuando el General en Jefe del Ejército Libertador cumple 184 años. Lo honramos y saldamos modestamente parte de nuestra deuda con su grandeza.

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