Del ideal, nunca cejes
hasta el fin de su proyecto
y del camino correcto
jamás, por nada, te alejes.
Guía tu nave y no dejes
que el viento en su acometida
deshaga las velas, cuida
esa fe que a todo reta
y piensa que es, toda meta,
otro punto de partida.

Con estos versos el poeta Lorenzo Suárez dejaba inaugurada la primera tarde de concierto en la Casa Cultural Amauta.

Asidos a estos sueños de creación y divulgación de las artes a través de la música, la visualidad plástica y las letras, la familia Amauta ha seguido desplegando sus banderas durante estos dos años sin que las naves tuerzan el rumbo y en pos de ese horizonte azul que nos enaltece al influjo de la espiritualidad.

No ha habido una mejor convocatoria que abrir las puertas a los amigos y cómplices de un proyecto artístico en el que hemos apostado por enaltecer y difundir lo más auténtico del patrimonio cultural.

Desde aquel septiembre de luz en 2016 hemos reafirmado que no hay nada más bello que amar y crear. No habrá puesta de sol para quienes hemos vivido encendiendo esa lámpara que ilumina con la idea y edifica con la obra creadora.

Allá, además del pincel, una rueda dentada donde el artista mueve la redonda masa que fija en tinta los grabados con sugerentes mensajes; acá los rudimentos para viajar en las letras hacia caminos insospechados y a la vez preservar los tesoros literarios que nos son comunes; máxima aspiración la de dejar en cada obra lo más genuino de la existencia: el humanismo.

Hace algunos años, soñábamos, y a esos sueños se nos unían también los de tener bajo nuestro techo, para disfrute de muchos, la obra de un genio en la composición musical y en el piano como Ernesto Lecuona; que nos llegara en la interpretación del virtuoso Franco Rivero Bueno, quien ha ido compilando melodías del insigne pianista poco conocidas o inéditas rescatadas tras largo y voluntarioso camino de búsqueda e investigación.

Cómo no avanzar cuando hay tantos amigos, todos desde la atalaya del arte, ungidos del altruismo y el genio universal de dos de los más grandes humanistas de nuestro tiempo: José Martí y José Vasconcelos, que se nos unen con objetivos comunes en los que, además de los conciertos, hemos disfrutado de eventos musicales, presentaciones de libros y talleres de creación literaria en la tradición oral del punto cubano.

¿Qué mejor convocatoria a quienes trabajan, aman y crean que esta posibilidad de alzar la copa en un brindis al influjo de las artes?

Loada sea la vida y nuestro tiempo por estar.

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Concierto del pianista Franco Rivero celebrado en el Centro Cultural Español de Miami, 2016

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